¿quieres hacer algo para la llegada de tu pequeña?
A
continuación, te explicamos paso a paso cómo hacer vestidos de crochet para
niñas. ¡Toma nota!
¿Te gustan las labores de ganchillo? Si eres aficionada al
crochet o quieres iniciar en este arte, te explico cómo hacer vestidos de
niña en crochet paso a paso. No te pierdas estos diseños
que te servirán de inspiración.
Cómo hacer un vestido de niña en crochet.
Materiales:
lana
crochet
gancho pasacintas
ganchitos marcadores o imperdibles pequeños
aguja lanera
tijeras y
botones.
Elaboración del vestido
paso a paso:
Antes de comenzar con
la creación de este original vestido de crochet especificaremos que debe
tejerse en tres partes, tira central, pechera y falda. manos a la
obra.
En primer lugar, debes comenzar tejiendo una cadeneta
central en la que se teje, hacia un lado la tira y la pechera, y hacia el otro,
la falda.
Es el turno ahora de llevar a cabo la tira central y la
pechera. Para ello debes montar en primer lugar 90 cadenas y, a continuación,
tejer siete hileras.
Una vez que has tejido la tira central es
momento de contar y marcar las siguientes cantidades de puntos por separado: 9,
8 y 12, correspondiente a los tirantes; 32, que se corresponden a la zona de la
pechera del vestido de crochet; y, 12, 8 y 9, que se corresponde igualmente a
la otra parte de los tirantes si quieres mas informacion te extiendo una invitación a que visualices el siguiente video
Si tu bebé regurgita tras cada toma y expulsa bastante
cantidad de leche, es posible que sufra reflujo gastroesofágico. ¿Sabes a qué
se debe y qué medidas puedes tomar para aliviar su malestar?
No te agobies, es habitual
De vez en cuando, al colocar a tu bebé con la cabeza en tu
hombro para que expulse los gases, descubres que ha echado un poco de leche. En
principio no tienes de qué preocuparte, es algo habitual en niños de esta edad
y les ocurre cuando comen mucho, lo hacen demasiado rápido o están inquietos
(en este último caso la mejor forma de prevenirlo es dar de comer al bebé
siempre a su hora y en un ambiente relajado para evitar que se altere).
Lo más normal es que estas regurgitaciones sean algo
esporádico y que en ellas el niño expulse muy poca cantidad de leche. Sin
embargo, en algunos bebés aparecen después de cada toma y la cantidad expulsada
es mayor. Si le sucede al tuyo, comentaselo al pediatra, porque puede que tenga
reflujo gastroesofágico. Este trastorno afecta más a niños que a niñas y se
sabe que los bebés prematuros o con hernia de hiato son más propensos a
sufrirlo. Se debe a que el esfínter del esófago no cumple bien su función, lo
que causa que la comida retorne a la boca.
¿Cuáles son los signos de alarma?
1. llevalo al pediatra si presenta lo siguiente:
Si el bebé llora con el vómito, tiene gesto de dolor.
Si no gana peso adecuadamente o está perdiendo peso.
Si está muy irritable, llora la mayor parte del tiempo
Si al mamar o al tomar los biberones, el niño se echa hacia
atrás, se arquea, llora. Se engancha y enseguida se suelta.
Diarrea o estreñimiento importante.
2. Acudir a urgencias si:
Si los vómitos se presentan de repente, muy abundantes y
violentos, con mucha ansia por comer y empeoran de forma brusca en 2-3 días.
Si además de vomitar presenta lesiones en la piel, eccemas,
ronchas en la cara o alrededor de los labios sobre todo inmediatamente después
del biberón o del pecho.
Si está decaído, apático, febril, y con poca actividad.
Si los vómitos son biliosos (verdes)
Soluciones al reflujo gastroesofágico
El reflujo gastroesofágico suele desaparecer espontáneamente
hacia los 6 meses de edad. Hasta entonces puedes poner en práctica medidas que
aliviarán el problema, como dar de comer al bebé manteniendo su cabeza más alta
que su estómago y elevar un poco el cabecero de su cuna (mete una toalla
doblada debajo del colchón en la zona de la cabeza).
Si con 6 meses tu hijo continúa sufriendo, el médico, que estará muy
pendiente de su peso, tomará las medidas oportunas para evitar que este
trastorno acabe afectando a la salud y al correcto desarrollo del pequeño.
¿Pero qué le pasa a
mi hijo? ¿Qué me quiere decir con su llanto? ¿Qué puedo hacer para que no llore
tan desesperadamente? Todos los padres recientes se hacen estas preguntas y
saben que no siempre se consiguen respuestas claras. Aprender a interpretarlos
es solo cuestión de tiempo.
Los recién nacido transmiten sus necesidades a
través del llanto y un limitado repertorio de gestos.
Bebé recién nacido
Le tranquiliza contemplar los ojos de mamá.
Se interesa sobre todo por las caras, los contornos y los
contrastes.
Le gusta la voz de su madre y escuchar canciones
tranquilizadoras cantadas en voz baja.
Los ruidos desconocidos y fuertes pueden asustarle.
Necesita calma y contactó corporal con los seres queridos.
Bebé de 6 semanas
Le tranquiliza sentir a mamá cerca.
Todo lo conocido le inspira confianza.
En este periodo es mejor renunciar a excursiones o
actividades que le alteren.
Bebé de 3 meses
Le gusta aprende a agarrar cosas, apreciar las texturas
de diferentes objetos (lana, plástico, tela, madera...), tocar la nariz, los
ojos y la boca de mama.
Se entretiene conociendo su propio cuerpo: las manos y los
pies, que mira durante largos ratos. Le encanta estar tumbado desnudo,
patalear, chapotear en el agua y hacer sonidos con la boca.
Bebé de 6 meses
Le fascina jugar a esconder y volver a encontrar. Por
ejemplo: papá desaparece detrás de una cortina y vuelve a aparecer de nuevo, la
pelota rueda debajo de la mesa y luego está al otro lado.
No es un buen momento para cambiar de cuidadora o
acostumbrarle a la guardería.
Bebé de 9 meses
Necesita la presencia de mamá. Muchos niños se cuelgan
literalmente de las piernas de mamá, se levantan agarrándose a ella y no
quieren perder ese contacto corporal. Solo cuando se sienten seguros se animan
a explorar su entorno.
A partir de ahora se mostrará más reservado en el trato con
las personas menos familiares.
Es muy importante eliminar todo lo que suponga un
peligro para el bebé.
Un año
El niño puede comunicarse a través del lenguaje corporal y
las primeras palabras. Sigue instruciones sencillas: '¡Ven aquí!', '¡da esto a
mamá!» o «¡busca la pelota!'
Es un buen momento para acompañarle en su conquista del
mundo, por ejemplo, llamando las cosas que él mira por su nombre (ventana,
calle, pelota...).
Cuando señala lo que quiere, es oportuno expresar sus gestos
con palabras ('Quieres que te lleve a la ventana'). Jugar a enseñar e imitar.
Quien no prueba, no acierta
No hace falta experimentar mucho para entender a los bebés. .
Los niños están formándose y nuestra labor como padres no
debe ser obligarlos sino enseñarles a tomar sus propias decisiones y aprender a
elegir, a desarrollar sus propios sentimientos y a no tener temor de expresar
lo que sienten
Nunca he estado de acuerdo en obligar a los niños a hacer
cosas que no quieren. La palabra “obligar”, de por si, ya tiene una carga
negativa. Se define como “hacer que alguien haga algo utilizando la fuerza o la
autoridad”. Yo lo traduzco como hacer algo que no quieres y no sientes.
Creo que es fundamental proteger su inocencia y no
contaminarlos con pensamientos o acciones de adultos. Enseñarle valores a
través del ejemplo y no con acciones punitivas. No se trata de dejarlos hacer "lo que les de la gana" sino de guiarlos, escucharlos y comprenderlos un poco
más. Que aprendan de sus propias caídas y frustraciones. Que desarrollen sus
sentimientos de forma natural y no por obligación.
Algunas veces lo hacemos sin creer que esto trae
consecuencias para nuestros niños pero algunas acciones pueden afectar de
cierta manera su libertad de expresión o en el peor de los casos pueden hacer
que otras personas pasen por encima de lo que realmente ellos quieren.
Estas son algunas de las acciones que debes intentar evitar:
No debes Obligarlo a tener tus
gustos: Aunque como padres nos justificamos diciendo que lo hacemos
porque siempre queremos lo mejor para ellos y porque debido a su corta edad no
están en la capacidad de tomar algunas decisiones, lo cierto es que nada será
mejor para tus niños que lo aprendido a través de las experiencias. Que las
decisiones de su vida en su futuro las tome con la capacidad de saber que
estará bien y que estará mal.
No lo obliges a dar besos
Si lo piensas, es un acto casi íntimo. Demuestra afecto,
complicidad y nadie anda besando a todo quien se le cruza. Por lo demás, por
higiene no obligo a que mi hijo salude de esa forma, pues justamente a través
del a boca es que podemos transmitir enfermedades realmente complejas.
Relee: Cuida que no besen a tu bebé y evitarás que enferme
No elijas por él
Esto se limita a cosas básicas, como el deporte que
practica, los dibujos animados que le gustan (claramente le doy a escoger entre
las opciones que son más adecuadas para su edad), sus amigos, las cosas con las
que quiere jugar. Toda experiencia que él adquiera será una ganancia para su
vida, para que logre ser un adulto feliz. ¿Para qué ponerlo a practicar
gimnasia si lo que realmente le gusta es el ajedrez?
No lo obliges a ser sociable ¡madre! si tu hijo no desea jugar, hablar o establecer conversa con personas extrañas , no le obliges. promueve que sea amigable pero disciplina con amor , es decir, dejándolo ser el mismo . si no lo obliges, poco a poco notaras que el tomar mas confianza.
No lo obliges a compartir sus juguetes con un extraño
Muchas veces me sorprendí diciéndole "vamos, comparte
con Juanito", pero resultaba ser que a Juanito lo acababa de conocer y yo
le estaba exigiendo que le entregara sus tesoros más preciados. Así que decidí
ponerme en sus pequeños zapatos e invertir la situación ¿qué pasaría si llegara
un adulto extraño a mi vida y mi madre me obligara a darle todo lo que tengo?,
me sentiría francamente invadida. Así que luego de esa reflexión, opté por
dejar que él comparta cuando se sienta seguro, sin miedo a ser despojado de sus
grandes tesoros.
tampoco lo obligues a Comer
no lo obliges a comer. Si no tiene problemas de desnutrición, si ha comido antes de alguna comida y por alguna razón especial (como una celebración de cumpleaños en periodo de clases) o si está enfermo, entonces . "no lo obliges". En algún momento volverá a sentir hambre y seguramente comerá toda su merienda o cena. Si puedo ofrecerte un buen consejo en esta difícil y desesperante etapa, permíteme recomendar el libro Mi niño no come del afamado pediatra Carlos González.
El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición
neurológica y de desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida.
Afecta cómo una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y
aprende. Este trastorno incluye lo que se conocía como síndrome de Asperger y
el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Se lo llama "trastorno de espectro" porque
diferentes personas con TEA pueden tener una gran variedad de síntomas
distintos. Estas pueden tener problemas para hablar con usted y es posible que
no lo miren a los ojos cuando usted les habla. Además, pueden tener intereses
limitados y comportamientos repetitivos. Es posible que pasen mucho tiempo
ordenando cosas o repitiendo una frase una y otra vez. Parecieran estar en su
"propio mundo".
Durante los chequeos regulares, el doctor debería examinar
el desarrollo de su niño. Si existen signos de TEA, su niño tendrá una
evaluación completa y exhaustiva. Esta puede incluir un equipo de especialistas
que realizarán varios exámenes y evaluaciones para llegar a un diagnóstico.
No se conocen las causas del trastorno del espectro autista.
Las investigaciones sugieren que tanto los genes como los factores ambientales
juegan un rol importante.
Actualmente, no existe un tratamiento estándar para el TEA.
Hay muchas maneras de maximizar la capacidad del niño para crecer y aprender
nuevas habilidades. Cuanto antes se comience, mayores son las probabilidades de
tener más efectos positivos en los síntomas y las aptitudes. Los tratamientos
incluyen terapias de comportamiento y de comunicación, desarrollo de
habilidades y/o medicamentos para controlar los síntomas.
Signos y síntomas!
Los niños o adultos con TEA podrían presentar las siguientes
características:
No señalar los objetos para demostrar su interés (por
ejemplo, no señalar un avión que pasa volando).
No mirar los objetos cuando otra persona los señala.
Tener dificultad para relacionarse con los demás o no
manifestar ningún interés por otras personas.
Evitar el contacto visual y querer estar solos.
Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras
personas y para hablar de sus propios sentimientos.
Preferir que no se los abrace, o abrazar a otras personas
solo cuando ellos quieren.
Parecer no estar conscientes cuando otras personas les
hablan pero responder a otros sonidos.
Estar muy interesados en las personas pero no saber cómo
hablar, jugar ni relacionarse con ellas.
Repetir o imitar palabras o frases que se les dicen, o bien,
repetir palabras o frases en lugar del lenguaje normal.
Tener dificultades para expresar sus necesidades con
palabras o movimientos habituales.
No jugar juegos de simulación (por ejemplo, no jugar a
“darle de comer” a un muñeco).
Repetir acciones una y otra vez.
Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en la
rutina.
Tener reacciones poco habituales al olor, el gusto, el
aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.
Perder las destrezas que antes tenían (por ejemplo, dejar de
decir palabras que antes usaban).
Diagnóstico
El diagnóstico de los TEA pueden ser difíciles de hacer
debido a que no existen pruebas médicas, como un análisis de sangre, para
diagnosticarlos. Para llegar a un diagnóstico, los médicos observan el
comportamiento y el desarrollo del niño
A veces, los TEA pueden detectarse a los 18 meses de edad o incluso antes. A
los 2 años de edad, el diagnóstico realizado por un profesional con experiencia
puede considerarse muy confiable.1 Sin
embargo, muchos niños no reciben un diagnóstico final hasta que son mucho más
grandes. Este retraso significa que hay niños con TEA que podrían no obtener la
ayuda temprana que necesitan.
La leche materna es el mejor alimento que existe
para los bebés. Hay estudios que demuestran que si alimentas a tu bebé
exclusivamente con tu leche hasta que tenga por lo menos tres meses de edad,
podrías prevenir que contraiga ciertas enfermedades respiratorias. Y si lo
haces hasta que tenga por lo menos cuatro meses, es posible que también
reduzcas el riesgo de que tenga infecciones en los oídos.
Tu leche es un alimento completo que contiene todas las sustancias nutritivas
que el bebé necesita (más de 400), incluyendo hormonas y componentes para
combatir enfermedades que no se encuentran en las leches artificiales, o formulas
infantiles Más increíble todavía es el hecho de que su composición nutritiva
cambia y se ajusta a las necesidades del niño a medida que éste crece y se
desarrolla.
Aparte de los beneficios que la leche materna ofrece en la formación del
cerebro de tu bebé y en la lucha contra las infecciones, la lactancia te ayuda
a crear un vínculo muy fuerte y especial con tu pequeño. Al amamantar, tu bebé
también se "nutre" de tu cariño, el contacto directo con tu piel, y
la seguridad que siente en tus brazos.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda la lactancia exclusiva hasta
los 6 meses.
Cómo empezar a amamantar?
La primera vez que tengas en brazos a tu bebé, aun en la
sala de partos, ponlo en tu pecho. Al principio tu cuerpo producirá una leche
especial llamada calostro, que ayudará a proteger a tu bebé contra las
infecciones. El estómago de tu recién nacido es muy pequeñito así que no
necesita mucha leche para llenarse. A medida que su pancita crezca, la producción
de leche aumentará para satisfacer sus necesidades.
Coloca a tu bebé de manera que todo su cuerpo esté volteado hacia tu cuerpo (lo
que se conoce como "panza con panza"). Trata de tocar su labio
superior o la mejilla con el pezón, para estimular el reflejo que le hace
buscar el pezón con la boca. Y cuando abra bien la boca, aprovecha para
acercarlo al pecho. Recuerda que su boca no sólo debe cubrir el pezón, sino
toda la areola (la parte oscura del pecho que rodea al pezón).
Procura permanecer tranquila, sobre todo si a tu recién nacido le cuesta
encontrar el pezón o mantenerlo en la boca. Dar de mamar es un arte que exige
un poco de paciencia y mucha práctica, y nadie espera que sepas hacerlo desde
el comienzo, o sea que no dudes en pedir a una enfermera que te ayude mientras
todavía estés en el hospital.
Si tu bebé nació prematuro, tal vez no puedas darle de mamar inmediatamente,
pero sí puedes empezar a extraerte leche, Tu bebé la recibirá a través de
un tubo de alimentación, jeringuilla, o un biberón hasta que esté lo
suficientemente fuerte como para mamar de tu pecho.
Desde el principio recuerda que amamantar no debe ser doloroso. Así que si
sientes dolor, interrumpe la succión del bebé deslizando un dedo tuyo entre sus
encías y el pezón, y vuelve a colocarlo asegurándote de que tenga la boca bien
abierta. Una vez que esté bien en el pecho, él sólito se encargará de lo
demás.
frecuencia para amamantar
Tendrás que hacerlo muy a menudo, ya que cuanto más lo
amamantes, más rápido empezarás a producir leche madura y más cantidad tendrás.
Amamantar, de 8 a 12 veces al día es más o menos lo normal.
De acuerdo con las últimas recomendaciones de la Academia Estadounidense de
Pediatría debes amamantar a tu recién nacido siempre que dé señales de tener
hambre, ya sea mostrándose más alerta y activo, chupándose las manos, o
buscando tu pecho con la boquita. El llanto es su último recurso para decirte
que tiene hambre, o sea que lo ideal es empezar a alimentarlo antes de
que empiece a llorar.
Durante los primeros días es probable que tengas que despertarlo para darle de
mamar, y también es posible que se vuelva a dormir antes de terminar de comer.
Para asegurarte de que esté comiendo lo suficiente, despiértalo para darle el
pecho si han pasado cuatro horas desde la última vez que lo amamantaste.
Qué debes comer durante la lactancia !
Mientras estés amamantando lo único que necesitas es
una dieta saludable Puedes producir leche aunque tu dieta no sea la
adecuada. Sin embargo, si sigues una dieta saludable, puedes tener la certeza
de que estás produciendo la leche necesaria y que es de buena calidad. Además
de que sentirás muy bien.
Recuerda que comer sano es importante para tu propia salud. Come de acuerdo al
hambre que tengas en lugar de basarte en el número de calorías que debes
consumir.
No olvides que es importante beber muchos líquidos durante el día para
mantenerte hidratada. Para recordártelo, tu cuerpo liberará la hormona
oxitocina mientras amamantas, la cual hará que aumente tu sed.
Muchas mamás sienten más hambre de lo normal cuando amamantan. Y eso es normal
ya que tu cuerpo está trabajando laboriosamente para producir leche para tu
bebé. Para controlar tu hambre y mantenerte con energía, es aconsejable que
comas aperitivos saludables entre las comidas. Como regla general, la mayoría
de las madres que dan pecho necesitan entre 200 a 500 calorías adicionales
diarias.
Es muy aconsejable que limites el consumo de cafeína, y que evites los
chocolates, las comidas picosas y otros alimentos que pueden irritar el sistema
digestivo, ya que pasarán al bebé a través de tu leche y podrían causarle malestar.
Los expertos aconsejan que limites tu consumo de cafeína a menos de 300 mg por
día. Esta cantidad la puedes obtener de una taza de 12 onzas de café.
Tampoco es recomendable que consumas alcohol mientras estás amamantando porque
también pasará al bebé a través de tu leche.
Dificultades que podrías tener
Aunque casi todas las mujeres tienen la capacidad de
amamantar exitosamente, muchas enfrentan dificultades al empezar a hacerlo. Es
normal sentirse abrumada por las necesidades constantes de tu recién nacido y
por la sensación de que lo único que haces día y noche es alimentarlo. Si te
sientes un poco desmotivada y estás pensando en desistir, recuerda que no estás
sola.
Algunos de los problemas más comunes que podrías tener en las primeras seis
semanas incluyen:
--Senos demasiados llenos o hinchados
--Pezones adoloridas
--mastitis: una infección en los pechos.
No hay por qué sufrir en silencio. Todos estos problemas tienen solución, y
cuanto antes busques ayuda, mejor.
Muchos padres se sienten desbordados por el llanto de su bebe Intentan todo tipo de técnicas y consejos para calmarlos, pero muchas veces no
lo consiguen y acaban por desesperarse. En la tentativa de que el bebé se
calme, algunos padres llegan a recurrir a prácticas algo curiosas, como dar
vueltas a la manzana con el bebé en el coche, por ejemplo.
Los bebés lloran por muchos y variados motivos. Sin
embargo, como los bebés no llegan con un manual de instrucciones, es muy
difícil entender qué es lo que quieren decir con su llanto. Un bebé recién
nacido llora porque tiene hambre, colicos o sueño, está
cansado, siente frío o calor, o por otras y variadas razones.
Sus padres se preguntan: '¿qué le pasa?' y les surgen
dudas. Los primeros días son muy difíciles. El bebé se esta adaptando al
contacto con el mundo exterior y no sabe explicarse. Por tanto, a los padres no
les queda más remedio que observar y aprender a calmarle, a medida que van
conociendo el significado de sus llantos.
Los tipos de llanto del bebé
Entender el llanto del bebé es un gran desafío para
los padres. Requiere intuición, conocimiento y percepción, mucha paciencia y
tranquilidad. Si los padres se desesperan, el bebé lo sentirá y todo empeorará.
Muchas veces, una actitud tranquilizadora por parte de los padres, como coger al bebe en brazos, cantarle una canción, o simplemente envolverlo con una mantica y mucho cariño, puede solucionar el problema. Cada bebé
reacciona de una forma distinta. Aquí tienes algunas interpretaciones del
llanto de un bebé:
1. Hambre
Una vez que aprendas a reconocer las señales de que tu bebé
tiene hambre lograrás darle de comer antes de que comience a llorar. Algunas de ellas incluyen:
está inquieto, hace chasquidos con los labios, vuelve la cabeza hacia tu mano
cuando le tocas la mejilla, y se lleva las manitas a la boca.
2. Tiene el pañal sucio
Algunos bebés te lo comunican enseguida cuando necesitan que
les cámbiale el pañal Otros pueden tolerar un pañal sucio durante bastante rato. De cualquier forma, esto es fácil de
observar y sencillo de solucionar.
3. Necesita dormir
¡Qué suerte tienen los bebés! Cuando están cansados, pueden
simplemente echarse a dormir, donde sea y cuando sea. O, por lo menos, eso es lo que creen los
adultos.
En realidad, no es tan fácil como parece. En lugar de quedarse dormidos, los
bebés pueden ponerse irritables y llorar, especialmente si están demasiado
cansados.
Es recomendable ponerlo a dormir en cuanto bosteza por primera vez en lugar de
esperar hasta que el cansancio lo altere.
4. Quiere que lo tengas en brazos
Los bebés necesitan muchos cariños. Les gusta ver las caras
de sus padres, escuchar sus voces y sentir los latidos de su corazón, y pueden
incluso detectar su olor particular. Llorar puede ser su forma de pedir que lo
cargues en brazos.
Quizás te preguntes si lo estás "malcriando" teniéndolo en tus brazos
tanto tiempo, pero durante los primeros meses de vida no lo vas a malcriar. Para
darles a tus brazos un poco de descanso, puedes llevarlo en una mochila delantera porta bebes o en un rebozo
5. Problemas de estómago (gas, cólico y más)
Los problemas de estómago asociados con gas y cólicos pueden
causar muchos ataques de llanto. De hecho, la condición conocida como cólicos se
define como un llanto inconsolable al menos tres horas al día y tres días a la
semana, y por lo menos tres semanas seguidas.
Si tu bebé se pone irritable y llora a menudo justo después
de comer, quizás tenga dolor de estómago. Muchos padres aseguran que las gotas
antigases que se pueden comprar sin receta o un agua medicinal preparada con
hierbas y bicarbonato de sodio (conocida en EE.UU. como gripe water) son
mano de santo. Pero consulta con tu doctor antes de darle a tu bebé cualquier
remedio.
Incluso si tu bebé no tiene cólicos y nunca se ha puesto irritable después de
comer, tener muchos gases ocasionalmente puede dejarlo hecho un mar de
lágrimas. Si sospechas que esto es lo que le sucede, prueba algo sencillo para
ayudarle a sacar el gas, como acostarlo sobre su espalda, sujetar sus pies y
mover sus piernas en círculos como si estuviera pedaleando una bicicleta.
Existen otras causas por las cuales tu bebé puede padecer de dolor de estómago.
Entre éstas se incluyen: reflujo gastroesofágico, gastroenteritis o "gripe
estomacal”, alergia a la leche o intolerancia a la lactosa, estreñimiento y
cambios en la dieta así como obstrucción intestinal.
6. Necesita eructar
Si tu bebé llora después de comer, quizás necesite
eructar.
Los bebés tragan aire cuando lactan o beben de un biberón, y si no sacan el
aire pueden sentirse incómodos. A algunos bebés les molesta muchísimo tener
aire en el estómago, mientras que otros no parecen necesitar eructar demasiado
(para ideas sobre cómo ayudarlo a eructar.
7. Tiene demasiado frío o demasiado calor
Cuando tu bebé sienta frió por ejemplo, cuando le quites la ropa para cambiarle el pañal o le limpies las nalguitas con una toalla húmeda, te expresará a
través del llanto que se siente incómodo.
A los recién nacidos les gusta estar abrigados y calentitos. Como regla
general, necesitan tener una prenda de abrigo más que tú para sentirse cómodos.
Es menos probable que se quejen de tener demasiado calor que de tener mucho frío y tampoco llorará de manera tan
enérgica.
Qué hacer si tu bebé sigue llorando
Algunas veces es posible que no puedas entender qué le está
ocurriendo a tu bebé.
Los bebés tienen sus buenas razones para llorar, pero ni los padres más
experimentados pueden leerles la mente, y los bebés no pueden expresar con
palabras lo que les pasa.