jueves, 20 de julio de 2017

Por qué tu bebé vomita después de comer?

Si tu bebé regurgita tras cada toma y expulsa bastante cantidad de leche, es posible que sufra reflujo gastroesofágico.
 ¿Sabes a qué se debe y qué medidas puedes tomar para aliviar su malestar?


No te agobies, es habitual



De vez en cuando, al colocar a tu bebé con la cabeza en tu hombro para que expulse los gases, descubres que ha echado un poco de leche. En principio no tienes de qué preocuparte, es algo habitual en niños de esta edad y les ocurre cuando comen mucho, lo hacen demasiado rápido o están inquietos (en este último caso la mejor forma de prevenirlo es dar de comer al bebé siempre a su hora y en un ambiente relajado para evitar que se altere).

Lo más normal es que estas regurgitaciones sean algo esporádico y que en ellas el niño expulse muy poca cantidad de leche. Sin embargo, en algunos bebés aparecen después de cada toma y la cantidad expulsada es mayor. Si le sucede al tuyo, comentaselo al pediatra, porque puede que tenga reflujo gastroesofágico. Este trastorno afecta más a niños que a niñas y se sabe que los bebés prematuros o con hernia de hiato son más propensos a sufrirlo. Se debe a que el esfínter del esófago no cumple bien su función, lo que causa que la comida retorne a la boca.

¿Cuáles son los signos de alarma?


1. llevalo al pediatra  si presenta lo siguiente:

  • Si el bebé llora con el vómito, tiene gesto de dolor.
  • Si no gana peso adecuadamente o está perdiendo peso.
  • Si está muy irritable, llora la mayor parte del tiempo
  • Si al mamar o al tomar los biberones, el niño se echa hacia atrás, se arquea, llora. Se engancha y enseguida se suelta.
  • Diarrea o estreñimiento importante.
2. Acudir a urgencias si:

  • Si los vómitos se presentan de repente, muy abundantes y violentos, con mucha ansia por comer y empeoran de forma brusca en 2-3 días.
  • Si además de vomitar presenta lesiones en la piel, eccemas, ronchas en la cara o alrededor de los labios sobre todo inmediatamente después del biberón o del pecho.
  • Si está decaído, apático, febril, y con poca actividad.
  • Si los vómitos son biliosos (verdes)



Soluciones al reflujo gastroesofágico


El reflujo gastroesofágico suele desaparecer espontáneamente hacia los 6 meses de edad. Hasta entonces puedes poner en práctica medidas que aliviarán el problema, como dar de comer al bebé manteniendo su cabeza más alta que su estómago y elevar un poco el cabecero de su cuna (mete una toalla doblada debajo del colchón en la zona de la cabeza).


Si con 6 meses tu hijo continúa sufriendo, el médico, que estará muy pendiente de su peso, tomará las medidas oportunas para evitar que este trastorno acabe afectando a la salud y al correcto desarrollo del pequeño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario